jueves, 7 de enero de 2010

Acaban con la historia de Martínez

Por José Prigadaá
Martínez de la Torre, Ver.- El desarrollo que ha tenido Martínez de la Torre ha propiciado la demolición de muchos edificios y construcciones antiguas que encerraban el legado histórico y cultural de la ciudad. Inmuebles que databan de muchos años atrás han sido derribados sin ningún miramiento para dar paso a modernas construcciones que permiten el desarrollo de la actividad comercial.


Primero fue el edificio en donde hace muchos años funcionó el llamado Hotel Granada, el cual fue destruido para erigir una moderna construcción que ahora da cabida a sucursales bancarias y una tienda de ropa, y después, justo a unos cuantos pasos, hicieron lo mismo con la construcción que en el pasado albergó una reconocida cafetería que era propiedad de una familia de origen chino. La construcción que posiblemente databa de los años veintes, fue demolida sin ningún miramiento, para erigir otra nueva tienda de ropa.

Familias que habitan cerca y conocían la historia de ambos inmuebles antiguos lamentan que el desarrollo de los pueblos implique la destrucción de su pasado y relatan que en el caso de la última vetusta construcción derribada era de las pocas que todavía existían en la ciudad.

Comentan que es sumamente lamentable que las autoridades permitan la destrucción de este tipo de edificios que encierran un gran significado porque han estado presentes por muchos años y han sido mudos testigos del desarrollo que ha tenido el municipio.

Advierten que a diferencia de otras ciudades, Martínez de la Torre no cuenta con un centro histórico que sea atractivo para quienes vienen de visita, y ello se debe precisamente a que se ha permitido que los edificio históricos sean derribados para dar paso a una modernidad que avanza a pasos agigantados, dejando abajo las construcciones que fácilmente podrían representar un lugar interesante para una ciudad en la que se trabaja para rescatar su historia por parte de personas como el propio cronista municipal, Melquíades Castro Aguilar.

“Es lamentable que ciudades más pequeñas como Misantla, Tlapacoyan y Atzalan tengan un centro histórico y Martínez ya no lo tiene, pues ahora cuenta con modernos edificios que si bien son interesantes no encierran la misma historia de las construcciones antiguas”, apuntaron algunos vecinos de la zona en la que antaño había atractivos inmuebles viejos y en donde ahora se han edificado modernas construcciones comerciales.

Y precisamente esa modernidad ha provocado que en la actualidad el municipio cuente sólo con unos cuantos lugares atractivos históricamente, entre otros la Finca La Soledad, en donde hoy se albergan las oficinas del DIF municipal; el edificio del Hotel Veracruz, y el cuartel del 87 Batallón de Infantería. Ambas construcciones datan de muchos años y en sus paredes encierran historias de un pasado que fue generoso con el pueblo martinense.

Hace tiempo, también se demolió el edificio que albergaba al Banco Rural y en su lugar se erigió un edificio cuadrado y sin ninguna forma y a como han ido transcurriendo los años se han ido destruyendo las fachadas de muchas casas que de haberse conservado, ahora formarían parte del acervo histórico de la ciudad, e incluso permitirían la existencia de un centro histórico, pero lamentablemente la modernidad no repara en la destrucción que provoca, mientras tanto Martínez de la Torre va perdiendo poco a poco un pasado lleno de esplendor y de grandeza.

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